sábado, 9 de agosto de 2008

Presentación Publica Postergada.


Planificaba el 1ro. de agosto cantar en el centro de la ciudad de Buenos Aires.
Me gustaba el día, por ser el día de la Pachamama, porque mi abuela paterna decía que era bueno empezar las cosas en los primeros 3 días de agosto. Además que numericamente era el inicio y al ser viernes a las 18:00 hs. / 19:00 hs. ya era como estar dentro del inicio del fin de semana.
Luché y luché mentalmente con mis miedos, pero la limitación principal son mis ocupaciones laborales de contador. Ese día tuve que estar en una empresa haciendo firmar recibos de liquidaciones de sueldos y contratos laborales (justo por la fecha específica) y no quise irme con la guitarra a cuestas a trabajar (además que iba a estar a las corridas para estar libre en ese horario).
La realidad es que el viernes anterior el 25 de julio estuve en el lugar elegido en similar horario y me preparaba para la situación, pero sufría horrores con el intento.


Una señorita sola es la que se interesó de asistir (la conocí hace un mes en internet en una cuenta Tagget que tengo casi inutilizada y le dije el lugar y que le iba a confirmar mi asistencia. En la mañana del viernes 1ro. le envié un mensaje en el que le decía que me resultaba imposible. Ella es una entusiasta admiradora, aunque por mis preguntas veo que no escucha mis canciones, pero igual se interesa y me dice que le avise de mi próxima aparición que ella quiere concurrir.
El viernes 1ro. a las 18:10 hs me liberé de las tareas contables y como estaba a 10 cuadras del lugar fijado me fui caminando un poco pensando que quizás mi admiradora concurriría y otro poco para tener una presencia física en el lugar, hacer algún tipo de pedido de ayuda mental, prepararme mentalmente para acometer mi aparición en poco tiempo.
A las 18:25 hs. ya estaba allí, había comprado 9 facturas, me senté y mientras compartía mi comida con unos niños menesterosos, pedía ayuda mentalmente y observaba si aparecía Sonia y sufría y sufría porque proyectaba que tocaba la guitarra en público y no dejaba de causarme una sensasión de cierta intranquilidad. Se me venía el mundo encima. Sufría peor que si estuviera tocando la guitarra. Estuve cerca de una hora, comí 3 facturas, me quedaban 3 facturas que al retirarme se las di a otros necesitados que estaban en la zona.
Estoy tocando en algunos momentitos en el garage de casa y me siento mas suelto, es como que voy mejorando el nivel. Cada vez estoy mas cerca de tocar en la vía pública, pero ahora hace mucho frío en Buenos Aires y tendría que comprarme un equipito con una batería.
Aunque no canté, no llevaba la guitarra, pero el 1ro. de agosto me presenté.
A la noche intercambié unos mensajes con esta señorita admiradora y entendió mi imposibilidad, lamentó no haber ido (porque ella está a 15 minutos del centro) y sus últimas palabras fueron, vamos pila, pila, para adelante que yo te voy a apoyar, pila, pila.
Me causa gracia el uso de la palabra pila, si es verdad pila o batería necesito para sonar en publico al no poder enchufar en la linea corriente de electricidad mi amplificador.